Un gran pico que justifico visitar por su cercanía y su fácil acceso para gentes que no se relacionan habitualmente con la montaña. Mi amigo Kiko con el que comparto buenos ratos corriendo en el parque grande, se decide en Octubre a realizar esta excursión, su fortaleza física le permite subir a buen ritmo, y en tres horas nos plantamos en esta cima repleta de gente que quería disfrutar del gran día.
Es curioso, pero la montaña tiene algo, que engancha a todo aquel que la disfruta, no pasa un día sin que se acuerde de aquella actividad. Esto indica, que en un deporte como este, no solo buscamos la fortaleza física, sino la mental el esfuerzo y el sacrificio junto con un ambiente único que solo este entorno nos puede brindar.
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